La compañía de satélites ha tomado la decisión de no lanzar más sistemas desde los cohetes rusos por las complicaciones y medidas impuestas contra Rusia por la invasión a Ucrania.
OneWeb, la compañía de satélites de propiedad parcial del gobierno de Reino Unido, ha suspendido todos los lanzamientos desde el puerto espacial de Baikonur, operado por Rusia. La empresa esperaba enviar 36 naves espaciales en un cohete Soyuz desde el cosmódromo de Kazajstán, pero la misión se ha visto envuelta en las consecuencias de la invasión de Ucrania.
Rusia presentó varias condiciones antes de que el vuelo se cancelase por OneWeb. Estas incluían una garantía de que las fuerzas armadas no utilizarían los satélites y que Rusia también quería que el gobierno de Reino Unido se deshiciera de las acciones de OneWeb, un ultimátum que fue firmemente rechazado por el secretario de Negocios de Reino Unido.
Y tras esto, el directorio de OneWeb se reunió para suspender todos los lanzamientos futuros desde Baikonur. La empresa había planificado una serie de vuelos desde el cosmódromo este año para completar su constelación de Internet de banda ancha. La firma ahora trabajará con su socio francés Arianespace para encontrar viajes alternativos en sus cohetes. Sin embargo, esto será difícil. Hay una escasez de vehículos disponibles en la clase que necesita OneWeb.
La compañía tiene actualmente 428 naves espaciales en órbita. Esto es suficiente para proporcionar conexiones a Internet en el espacio por encima de los 50 grados norte, pero se requieren cerca de 650 satélites para ejecutar un servicio verdaderamente global.
¿Qué pasará con los 36 satélites que están en el Soyuz?
Tras el cancelamiento de la misión del viernes pasado, que tenía que poner en órbita 36 satélites más de la constelación, surgió la duda de qué pasaría con los sistemas que estaban ya ensamblados en el Soyuz ruso. Estos siguen siendo propiedad de OneWeb, pero no está claro cómo podrían devolverse. Actualmente no hay personal de OneWeb en Baikonur para organizar un envío.
En el caso de que no se devolvieran los sistemas, la empresa no tendría muchos problemas para reemplazarlos ya que tiene la capacidad de producir dos satélites al día en sus instalaciones de Florida. Ahora, lo que más le urge a la compañía es encontrar un cohete que se adapte a sus condiciones. Arianespace podría ser uno de los perfectos candidatos si termina la producción del Vega-C y del Ariane-6.