La situación en Ucrania está siendo monitoreada desde el espacio con muchos de los satélites que se encuentran en el espacio. La Unión Europea ha puesto en funcionamiento su flota de satélites para saber cómo avanza la situación y España ha prestado uno de sus satélites más potentes, el PAZ.
No es nuevo para la sociedad que los satélites son un componente imprescindible en el día a día de los ciudadanos. La invasión de Rusia a Ucrania inhabilitó las comunicaciones de los ucranianos. Pero el mismo Elon Musk se comprometió en llevar sus satélites Starlink para salvar esta situación.
La Unión Europea necesita saber cómo está la situación en Ucrania. Desde el estado de todos los refugiados hasta cómo avanzan las tropas rusas. Una de las maneras más eficaces y seguras es usando las flotas de sistemas desde el espacio exterior.
El satélite PAZ al servicio de los ciudadanos
España está entre los cinco primeros países del mundo que domina su tecnología y los fabrica tanto los de uso civil como militar. El satélite PAZ es uno de los mejores ejemplos. Un sistema propiedad de la empresa española Hisdesat, que ha sido construido por Airbus Defence & Space en Madrid.
Este satélite es de uso dual y tiene multitud de aplicaciones muy avanzadas, entre ellas un radar de apertura sintética (SAR). El PAZ tiene una resolución muy alta de sus imágenes y puede captar con detalle todo lo que está pasando en la Tierra.
PAZ cubre las necesidades de seguridad y defensa y otras de carácter civil, pudiendo tomar más de 100 imágenes diarias de hasta 25 cm de resolución, tanto diurnas como nocturnas, y con independencia de las condiciones meteorológicas.
Se ubica en la misma órbita que los satélites TerraSAR-X y TanDEM-X de Airbus D&S y opera con ellos en constelación, reduciendo significativamente el tiempo de revisita e incrementando la capacidad diaria de cobertura sobre zonas de interés
El PAZ fue lanzado en 2018 y ya ha demostrado todas las capacidades de una manera ejemplar. Durante la erupción del volcán de La Palma, también fue de gran ayuda para los expertos al monitorear el avance de las consecuencias de la erupción y de cómo estaba cambiando el terreno a lo largo de los días.