La NASA y SpaceX han pospuesto el lanzamiento de la misión CRS-25, que estaba programada para el día 10 de junio hacia la Estación Espacial Internacional (ISS), tras descubrir una posible fuga de propulsor en los propulsores de la nave espacial Dragon.
La nave espacial Dragon utiliza propulsores Draco para maniobras orbitales, incluida la aproximación y salida de la estación espacial y la salida de órbita al final de la misión. Los propulsores utilizan MMH y tetróxido de nitrógeno, una combinación hipergólica almacenable. La versión de carga de Dragon carece de los propulsores SuperDraco más potentes que SpaceX desarrolló para el sistema de aborto en la nave espacial Crew Dragon.
La NASA ha explicado que “las lecturas elevadas de MMH se detectaron cuando se cargó el propulsor en la nave espacial”, pero no han indicado cuándo ocurrió, aparte de que el problema se identificó durante el fin de semana. Los funcionarios de la NASA y SpaceX se reunieron el 6 de junio para discutir el tema y el mejor camino a seguir.
La agencia dijo que los propulsores MMH y tetróxido de nitrógeno habían sido descargados de Dragon para permitir que los ingenieros investigaran el problema. “Una vez que se identifique la fuente exacta de las lecturas elevadas y se determine la causa, los equipos conjuntos de la NASA y SpaceX determinarán y anunciarán una nueva fecha de lanzamiento objetivo”, han comunicado desde la NASA.
Suministros a la ISS
La nave Dragon entregará más de dos toneladas de suministros y equipos a la ISS.
Entre las cargas científicas de la misión, destacadas en un informe de la NASA el 2 de junio, se incluyen un instrumento de ciencias de la Tierra que estudiará el polvo mineral en la atmósfera, experimentos para estudiar cómo se curan las heridas suturadas en microgravedad y el envejecimiento del sistema inmunológico, y un estudiante- desarrolló un experimento que utilizará biopolímeros para crear ladrillos a partir de materiales como los que se encuentran en el regolito lunar y marciano.