El volcán Etna, ubicado en Italia y considerado el volcán activo más alto de Europa, experimentó una erupción la mañana del lunes 2 de junio. La erupción, que comenzó alrededor de las 4:00 a.m. hora local, se caracterizó por la liberación de enormes columnas de humo que se elevaron hacia el cielo.
Según informes, turistas que se encontraban en las laderas del volcán tuvieron que correr para ponerse a salvo mientras la erupción se intensificaba. El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia describió la erupción como “explosiones estrombolianas de intensidad creciente” en las horas posteriores a la erupción inicial.
Los expertos siguen monitoreando la situación para evaluar el impacto de la erupción y tomar medidas para garantizar la seguridad de la población cercana. Y aquí entran en juego los satélites de la misión Copernicus de la Agencia Espacial Europea (ESA).
La misión Sentinel-2 de Copernicus capturó una imagen impactante de la erupción del Monte Etna el 2 de junio de 2025, cuando una enorme columna de ceniza, gas y roca surgió repentinamente del volcán activo más grande de Europa. La imagen aquí muestra claramente el flujo de lava y la enorme columna de humo y ceniza.
Una captura del satélite Copernicus Sentinel-5P también muestra el dióxido de azufre emitido en la columna.
Misión Copernicus: Sentinel 5P y Sentinel 2
La misión Copernicus es un programa de la Unión Europea (UE) que tiene como objetivo proporcionar información precisa y oportuna sobre el estado del medio ambiente y la seguridad en la Tierra. Dos de los satélites más importantes de esta misión son el Sentinel 5P y el Sentinel 2.

El Sentinel 5P (Precursor) es un satélite que se lanzó en octubre de 2017 con el objetivo de monitorear la calidad del aire y el clima. Está equipado con un instrumento llamado TROPOMI (Tropospheric Monitoring Instrument), que puede detectar una variedad de gases atmosféricos, incluyendo el dióxido de nitrógeno, el ozono, el dióxido de azufre y el metano.
El Sentinel 5P proporciona información sobre la calidad del aire en Europa y en todo el mundo, lo que ayuda a los científicos a entender mejor los procesos que afectan el clima y la salud humana. También proporciona datos sobre la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera, lo que es fundamental para el seguimiento de los objetivos del Acuerdo de París.

El Sentinel 2 es un satélite que se lanzó en junio de 2015 con el objetivo de monitorear la salud de la vegetación y la superficie terrestre. Está equipado con un instrumento llamado MSI (Multispectral Instrument), que puede capturar imágenes de alta resolución de la superficie terrestre en 13 bandas espectrales diferentes.
El Sentinel 2 proporciona información sobre la salud de la vegetación, la cubierta forestal, la agricultura y la gestión de los recursos naturales. También se utiliza para monitorear la erosión costera, la sedimentación y la calidad del agua en los ríos y lago.