Nos guste o no, EEUU siempre ha sido y será una de las superpotencias mundiales en acceso al espacio. Aunque Europa apunta muchísimas maneras y tiene capacidad propia para acceder al espacio de manera comercial y científica, el pequeño detalle de tener autonomía para realizar vuelos tripulados se les escapa y parece que no es su liga. Los astronautas europeos deberán seguir viajando a Rusia o a EEUU para sus misiones humanas.

Pero EEUU lo ha vuelto a hacer y con incertidumbre, al más puro estilo Hollywood. Y es que la ventana de lanzamiento iniciaba el miércoles a eso de las 22.33 hora española, pero la tormenta en Florida no perdonó, algo que nos esperábamos todos porque los meteorólogos pronosticaron un 60% de nubes espesas y lluvias en Cabo Cañaveral justo para ese momento, ¡qué oportuno!

Y así nos quedamos, con las ganas, que han ido en aumento hasta hace unas horas. Una espera de unos 9 años que, sin duda, han merecido la pena. Y es que nadie hace las cosas tan bien como los estadounidenses. Siempre le dan ese toque especial a todo, ese toque que te mantiene enganchado hasta el final.

Lanzamiento successful

Spacex puso el cohete (Falcon 9), la cápsula (Crew Dragon) y los trajes, la NASA hizo el resto. Desde la plataforma de lanzamiento 39A estaba preparada la misión Demo-2 desde hace ya unos días. Esta importante hazaña ha devuelto la autonomía de EEUU para llevar a sus astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS), pero la cosa no se queda ahí. Este es el primer paso para devolver al hombre y llevar a la primera mujer a la Luna en 2024. Pero esto es otra historia de la que ya hablaremos y en la que, por cierto, Europa tiene un papel muy importante.

La cuenta atrás se inició y los motores del gigante de SpaceX se encendieron y el Falcon 9 se alzó entre las amenazantes nubes de Cabo Cañaveral. Todos los ojos estaban puestos en ese cohete. El sonido atronador de los propulsores seguro que los asistentes lo sintieron en lo más profundo de sus entrañas. Mientras tanto, a miles de kilómetros de distancia, el resto de la humanidad sentimos la emoción de volver a ver despegar una misión tripulada desde suelo americano.

Una vez separada del Falcon 9, la Crew Dragon se aceleró a 17.000 mph y puso rumbo a la ISS. Ya en órbita, la tripulación ha verificado el sistema de control ambiental, las pantallas y los propulsores, entre otros mecanismos.

La cápsula tardará alrededor de 24 horas en acoplarse a la estación espacial, algo que realizará de manera autónoma bajo la supervisión de los astronautas, quienes puede tomar el control en caso de ser necesario. Aunque la Crew Dragon puede permanecer en órbita 110 días, la duración de la misión se determinará en función de la preparación del próximo lanzamiento. Según los requisitos de la NASA, una vez operativa oficialmente la cápsula deber ser capaz de permanecer en órbita un mínimo de 210 días.

Al concluir la misión, la Crew Dragon se desacoplará con los dos astronautas a bordo, saldrá de la estación espacial y volverá a entrar en la atmósfera de la Tierra para amerizar frente a las costas de Florida, donde será recogida por el buque de recuperación Go Navigator, también de SpaceX.

Los elegidos

Los astronautas Doug Hurley y Bob Behnken han llevado a cabo el ensayo general previo al despegue de la misión Demo-2, el próximo miércoles. Más allá del nuevo diseño de los trajes espaciales y la innovación de la cápsula Crew Dragon de SpaceX, el procedimiento no es novedoso para estos dos amigos con acreditada trayectoria en los viajes al espacio. 

Y es que la NASA eligió a dos de sus más experimentados hombres, a quienes une una gran amistad. “Volar con tu mejor amigo es algo que personas desearían poder hacer \”, explica Hurley.

Ambos pilotos iniciaron su carrera como astronautas en el año 2.000 y, desde entonces, han participado en distintos programas de la NASA, entre los que destacan las cuatro misiones, dos cada uno, del transbordador espacial.

En esta ocasión, Hurley ha sido el comandante de la nave espacial y responsable de actividades como el lanzamiento, el aterrizaje y la recuperación. Por su parte, Behnken ha ejercido el papel de comandante de operaciones conjuntas de la misión y responsable del encuentro, el atraque y el desacoplamiento con la ISS.

Antes de unirse a la NASA, Hurley fue piloto de combate y piloto de pruebas en el cuerpo de Marines de EEUU, mientras que Behnken era ingeniero de pruebas de vuelo de la Fuerza Aérea.

En 2018, ambos astronautas fueron seleccionados para conformar la tripulación del primer vuelo con humanos a bordo del vehículo diseñado por SpaceX. Desde entonces, han trabajado junto a la empresa para esta misión.

Entre los nuevos mecanismos a los que han tenido que acostumbrarse se encuentran los controles de la pantalla táctil de la Crew Dragon, muy distintos a los gruesos botones en los paneles de los antiguos transbordadores.

La primera parte de la misión ha salido bien, ahora sólo nos queda ver cómo la cápsula atraca en unas horas en las ISS y vuelve a la Tierra.

¡Nos vemos en el siguiente desafío!

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