El equipo del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA ha unido los paneles solares gemelos al cuerpo de la nave espacial de la misión Psyche, desplegándolos a lo largo. La misión está casi lista para su viaje de 2.400 millones de kilómetros impulsado por energía solar hacia un asteroide rico en metales. Esta prueba acerca mucho más a la nave a su finalización antes de su lanzamiento en agosto.
Con 75 metros cuadrados, los paneles solares son los más grandes jamás instalados en el JPL, que ha construido muchas naves espaciales durante décadas. Cuando las matrices se desplieguen por completo en vuelo, la nave espacial tendrá aproximadamente el tamaño de una cancha de tenis. Después de un crucero de tres años y medio impulsado por energía solar, la nave llegará en 2026 al asteroide Psyche, que tiene 280 kilómetros en su punto más ancho y se cree que es inusualmente rico en metal. La nave espacial pasará casi dos años haciendo órbitas cada vez más cercanas al asteroide para estudiarlo.
Desafíos de la misión
Aventurarse al cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, lejos del Sol, presenta desafíos para esta misión, que adaptó la tecnología satelital comercial estándar en órbita terrestre para su uso en el frío y la oscuridad del espacio profundo. Cerca de la Tierra, los paneles solares generan 21 kilovatios, suficiente electricidad para alimentar tres o cuatro hogares. Pero en Psyche, producirán solo alrededor de dos kilovatios, suficiente para un secador de pelo.
La tecnología subyacente no es muy diferente de los paneles solares instalados en una casa, pero los de Psyche son hipereficientes, livianos, resistentes a la radiación y capaces de proporcionar más energía con menos luz solar.