Parece ser que Starlink, la megaconstelación de Elon Musk (que no de SpaceX, aunque esté usando esta última para construirla) ha estado recortando sus precios a nivel mundial, según nos cuenta CircleID. A pesar de que Elon insistiera en que utilizaría exactamente los mismos precios en todo el planeta cuando anunció la constelación allá por 2015, este cambio de actitud no es ninguna sorpresa para nadie con dos dedos de frente. Al fin y al cabo, ¿quién va a pagar 100€ al mes por 100 Mbps de internet cuando puede tener lo mismo por una fracción de ese precio? Esto es especialmente el caso en zonas del mundo como Europa del este o Sudamérica, donde el internet es barato y, a la vez, sorprendentemente rápido para su precio. Sin embargo, esta novedad sí que nos puede dar un par de pistas muy interesantes sobre el futuro de Starlink y cómo se hacen los planes de negocio.

Empecemos por este último, y con un poquito de historia. Hace ya 7 años, Elon anunció Starlink en una conferencia (tenéis el video en Youtube aún) como su plan para financiar su proyecto marciano. La idea es sencilla: Starlink generaría los ingresos necesarios para financiar el desarrollo y construcción de Starship (de muchas de ellas, suficientes para enviar un millón de personas a Marte cada dos años o algo por el estilo) y subvencionar los primeros viajes a Marte (básicamente, pagar los suministros necesarios). Marte no es barato: estamos hablando de un nivel de financiación casi imposible para cualquiera en el planeta. Colón fue a pedir dinero a los monarcas con las flotas más poderosas del momento no por amor a la patria del monarca de turno, sino porque otros jamás podrían haber financiado sus múltiples viajes. Igualmente, con Marte, pocos países, no digamos ya empresas, podrían permitirse financiar algo así. La estimación de Elon era sencilla: necesitaba que Starlink generase 30 000 millones de dólares al año en ingresos para financiar su proyecto marciano. Para hacerse una idea de la inmensa cantidad de dinero que es esto, el plan Next Generation EU, el plan de recuperación del Covid, la peor pandemia desde hace más de 100 años, asigna 69.500 millones de euros a España. La UE, una de las mayores economías del mundo, considera que los fondos necesarios para que España, una de las mayores economías de la UE, se recupere del Covid son poco más de dos años de la misión marciana de Elon. Desde luego, Marte es algo reservado a la realeza.

Hay bastantes empresas que ingresan más. Solo unas 11 empresas a nivel mundial tienen beneficios anuales por encima de los 30.000 millones de dólares, pero desde luego, para el creador de SpaceX y Paypal, parecía algo posible. Con esta idea en mente, Elon buscó algo relacionado con el espacio donde pudiera conseguir semejante cantidad de dinero. Las comunicaciones espaciales son aproximadamente el 90-95% de la industria de satélites (lo podéis ver en los informes de Bryce Tech), y el mercado de telecomunicaciones mundial se mide en billones de dólares. Elon jugaba en el espacio y venía de Internet, así que la solución era obvia: una constelación de Internet. Esta constelación además iría a los por los mayores segmentos del mercado de telecomunicaciones: el Internet residencial (los 8 000 millones de humanos queremos Internet) y el IP long haul, básicamente mover datos de un continente a otro. En 2015 ya fijó sus objetivos: quería el 50% del long haul mundial y el 10% del Internet residencial de EEUU. Si buscáis los números para 2015 y aplicáis los porcentajes, adivinad qué cantidad de ingresos aproximados os sale: 30.000 millones anuales. ¡Fácil!

Con algo tan sencillo como esto, Elon consiguió ya en 2015 que Google le diera 1 000 millones de dólares para comenzar el desarrollo de Starlink. Como veis, no hace falta mucho para ser un genio de levantar capital, al final está casi todo en la personalidad de cada uno. Para ser justos, a estas alturas Starlink ya era bastante más que el párrafo anterior: el número de satélites estaba definido, la capacidad por satélite seguramente también, así como la velocidad que ofrecerían a los clientes, los precios, qué frecuencias usarían, dónde pondrían las antenas…. SpaceX ya habría verificado que las hipótesis de Elon estaban dentro de una posible realidad en cuanto a tecnología, y por eso se lanzaron a hacerlo. Para cuando nos enteramos del precio de salida de Starlink (100$/mes por 100 Mbps) el diseño del sistema ya estaba más que cerrado y esta hipótesis de precio llevaría integrada en el sistema 4 o 5 años.

Hasta este punto, en verdad, todo es muy normal para un nuevo proyecto de empresa, y desde luego Starlink es un ejemplo de la creación con éxito de un proyecto: desde concepto, hasta ejecución (satélites en órbita) pasando por todos los procesos de inversión intermedios, el marketing…. Un caso de estudio sobre el que seguramente escriban un libro algún día (igual que se hizo sobre Iridium). Sin embargo, también es un ejemplo de un error típico que se tiene en las empresas: no validar las hipótesis del plan de negocio. ¿Cómo es posible que, tras 7 años de desarrollo, solo ahora se den cuenta de que sus precios no funcionan? Seguramente esperasen que hubiera suficientes posibles clientes a nivel mundial para completar su constelación y que pagasen a ese precio. Es obvio para cualquiera que viva fuera de EEUU que el internet a 100$/mes el absurdamente caro. Alguna razón de peso debes tener para pagar eso: o necesitas seguridad especial, o vives en sitios sin Internet. Si tu casa no tiene ya Internet, es también probable que tampoco te puedas permitir 100$ al mes, y tampoco hay tanta gente que necesite seguridad especial… Total, no hay suficientes clientes, y se han visto obligados a bajar los precios un 28% de media. Un grave error de planificación, que ahora les pasará factura.

¿Qué efectos tendrá esto de aquí en adelante?

Starlink lleva levantando prácticamente 1.000 millones anuales de capital de inversores privados cada año desde hace varios años, aumentando la valoración de SpaceX (y con ello la fortuna de Elon) de forma exagerada. A esto han ayudado muchas empresas como Morgan Stanley, que han producido informes continuamente sobre los grandísimos ingresos que iba a generar Starlink, todos por supuesto basados en la hipótesis de los 100$/mes. Ahora se ve que estas proyecciones eran erróneas, y que Starlink no generará tantos ingresos. Esto abre la puerta a romper el mito del genio de Elon y empezar a hacer otras preguntas. ¿Qué otras proyecciones estarán mal? ¿El número total de clientes? ¿Los costes de lanzamiento? ¿Los costes de operaciones? Al final, se ve que todos los analistas que tanto apoyaban a Elon (y el propio Elon) se equivocaban.

De por sí, esto no será catastrófico: todo el mundo se equivoca cuando planifica un negocio. Sin embargo, si es esperable que en la próxima ronda de financiación la valoración de SpaceX no suba tanto como en las anteriores. También veremos, seguramente, un enfoque mayor de Starlink sobre el mercado militar e industria”: aviación, marítimo, empresas en lugares remotos… No os extrañe ver en los próximos meses Starlink dando conectividad a pozos petrolíferos, minas en desiertos africanos, y misiones militares en el ártico. Esto ya lo están haciendo, y lo irán haciendo más aún en los próximos meses.

Al final, una cosa que sí que están haciendo muy bien con Starlink es ser flexibles. Han cambiado muchas cosas del diseño original de Starlink: número de satélites, altitud de los satélites, diseño, capacidades (sobre todo la eliminación de las conexiones intersatelitales en la primera generación) … También, como era de esperar, están cambiando el modelo de negocio. Antes querían hacer long haul y residencial. Por fin, se están dando cuenta de que el modelo residencial no funciona: el negocio está en la rama industrial, que sí que quiere internet seguro y en ubicaciones remotas a cualquier precio. Starlink. Los números con residencial no salen, por mucho que lo intenten. Dentro de unos años, el negocio residencial de Starlink será minoritario, y no me extrañaría que llegasen a cancelarlo tarde o temprano, a la vez que reducen las proyecciones de cantidad de satélites: si llegan a los 4.000 iniciales ya me resultaría sorprendente. Al final, la realidad siempre gana

By Carlos Manuel Entrada Utrilla

Físico de formación, Carlos es un convencido defensor de una economía espacial sostenible como elemento esencial del desarrollo futuro de la humanidad. Carlos comenzó su carrera espacial como becario del Máster de la International Space University ISU Masters en la oficina del Space Portal de NASA Ames. Desde entonces, ha trabajado como consultor de estrategia de mercado para nuevas empresas en los mercados de servicios satelitales, lanzadores pequeños y telecomunicaciones LEO. Después de un año en McKinsey & Co. como consultor generalista, se unió a KLEO Connect GmbH en 2019 como Gerente de Estrategia Corporativa para desarrollar la estrategia de lanzamiento al mercado de la constelación de comunicaciones LEO de 300 satélites de la compañía. En 2020, Carlos fundó Plus Ultra Space Outposts, centrada en el despliegue y la gestión de infraestructura espacial que permitiera una economía lunar sostenible. Actualmente trabaja en Elecnor Deimos, trayendo sus productos al mercado comercial New Space. Carlos tiene un Máster en física de aceleradores de partículas de la Universidad de Hamburgo (2014) y un Máster en estudios espaciales de la International Space University (2016). Ha publicado varios artículos y contribuciones en libros (Planetary Defense, Springer) sobre el desarrollo de la economía espacial y la comercialización lunar. También está contribuyendHandbook for Lunar Base Design & Development (Springer) del Dr. Peter Eckart y el Dr. Andrew Aldrin, que se publicará en 2023.

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