En 2019, el instituto de encuestas Harris Interactive realizó una encuesta para la Agencia Espacial Europea (ESA). Una muestra de más de 5.000 europeos dio su opinión sobre las actividades espaciales y sobre el conocimiento que tienen sobre ellas. Esta encuesta se realizó en cinco de los principales países europeos: España, Italia, Francia, Alemania y Reino Unido.

Los resultados de dicha encuesta indicaron que nueve de cada diez europeos tienen una imagen positiva de las actividades espaciales y piensan que los países europeos deberían aunar sus recursos. Sin embargo, existe una enorme sobreestimación del costo de las actividades espaciales europeas para el contribuyente, ya que la mayoría de los europeos creen que les cuesta diez veces más de lo que cuesta en realidad.

Otro dato preocupante fue que el 83% de los europeos declaró haber oído hablar de la ESA, pero sólo el 37% dice saber exactamente qué es. Sin embargo, todo el mundo sabría decir qué es y qué hace la NASA. Esto refleja la carencia de las informaciones europeas sobre la agencia, que compite directamente en la carrera espacial con la NASA. Y es que, muchos expertos ya catalogan a la ESA como la potencia mundial del espacio. Las numerosas misiones que lidera Europa, como Galileo o la iniciativa Copernicus, están teniendo un enorme éxito y unos mejores resultados.

Desconocimiento de las principales misiones

La encuesta también indicó que al menos tres cuartas partes de los ciudadanos afirman haber oído hablar de astronautas europeos enviados a misiones a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS), así como el sistema de navegación por satélite Galileo, mientras que Copernicus y Rosetta no son reconocidos por el público en general.

Todos estos datos nos llevan a pensar o analizar si realmente se está haciendo bien, por parte de los medios, las empresas y las instituciones, la llamada divulgación científica. El conocimiento por parte de los ciudadanos es tan importante como el sacar una misión adelante. El hacer que los europeos sean conscientes que las políticas espaciales son importantes para avanzar en la vida cotidiana es un derecho que tienen.

Gracias a los satélites como Galileo, los teléfonos móviles pueden disponer de un excelente sistema de posicionamiento. Sin los satélites de Hispasat, las ciudades más remotas del mundo ni siquiera tendrían acceso a Internet o a llamadas de emergencia. Sin Copernicus, probablemente, nunca seríamos conscientes de los efectos del cambio climático y los políticos nunca se pondrían a trabajar y desarrollar programas para frenarlos.

Los medios generalistas sólo dan importancia a misiones tripuladas a la ISS, pero no explican para qué se hacen esas misiones y qué hacen los astronautas en la estación. Además, escriben informaciones sensacionalistas sobre la posibilidad de que algunos meteoritos puedan impactar contra la Tierra o la cantidad de basura espacial que nos rodea, con la posibilidad de que lleguen a caernos en la cabeza.

El papel de España en la ESA

No hay cultura espacial. La industria española está muy involucrada en las misiones espaciales, pero tampoco lo divulgan. No hay conocimiento del potencial industrial español y de los espacios tan importantes que hay en el país, como el centro ESAC de la ESA o los centros de control de Galileo.

Los medios no hacen gran esfuerzo en dar a conocer las actividades espaciales, pero las empresas tampoco están por la labor. Que España no posea una agencia propia que centralice todas las actividades del sector no significa que no las haya. El eterno debate sobre si España necesita/debería o no tener una agencia espacial nacional ya no es importante. El mismo director de la ESA, Jan Wörner, ha reconocido en varias entrevistas que la agencia española es la ESA. Y es que, España ha incrementado un 42% su inversión en la agencia con 701,7 millones de euros. Esta cantidad suma un total de 1.658 millones para el período 2020-2026, lo que permitirá aumentar la participación española en los nuevos programas espaciales de la ESA.

El Consejo Ministerial de la ESA, que se celebró en noviembre de 2019, acordó una inversión de 14.400 millones de euros, que se destinarán a las misiones espaciales europeas de los próximos años. La aportación de España se fijó en 852 millones de euros, lo que supone el 5,9% del total.

España no sólo aporta monetariamente a la ESA, sino que participa en numerosas misiones desde la industria tan impresionante que posee el país. Un ejemplo de liderazgo ha sido la misión exoplanetaria Cheops, que se integró al 100% en las instalaciones de Airbus en Madrid. Esta fue la primera misión de la ESA integrada en España y se lanzó al espacio en diciembre del 2019.

Necesitamos mayor divulgación y mayor cultura espacial.

Nos vemos en más reflexiones.

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